miércoles, 23 de octubre de 2013

El libro de los pequeños milagros


Juan Jacinto Muñoz Rengel
Juan Jacinto Muñoz Rengel
El libro de los pequeños milagros
Páginas de espuma, 2013

El escritor malagueño Juan Jacinto Muñoz Rengel nos introduce en un mundo fantástico en el que las sugerencias son las más importantes protagonistas. Las ambigüedades y los sentidos (dobles, inversos, bidireccionales...) aportan muchas lecturas a lo que, a priori, parecen textos breves (a veces brevísimos). El difícil arte del microrrelato se hace gigante en las palabras escritas de Juan Jacinto, en un conjunto de textos reunidos en un volumen intrigante ya desde su misma portada y titulado (de manera resumida) El libro de los pequeños milagros (pueden ver el título completo en la imagen con la que se arranca esta reseña).
Mundos extraños y tan lejanos como la detenida observación de nuestro entorno (es decir, más cercanos, imposible) son los que se crean con las intrincadas reflexiones narrativas que nos presenta este libro, a veces fantástico en cuanto a los extraños personajes que parecen protagonizar los textos, a veces fantástico solo por la mirada con la que nos presenta situaciones habituales.
Rengel logra producir inquietud, despertar la sonrisa o llevarnos a mundos e apariencia mágica o poética. Sus textos a veces se acercan, precisamente, a la poesía, por su sus hermosas sugerencias, por sus zarpazos directos a los sentimientos. Son textos breves, reducidos en extensión, pero con los que podemos deleitarnos durante mucho tiempo, regodeándonos en cada uno como si una puerta nueva se nos hubiera abierto para entrar en un mundo con reflejos diferentes, con aromas trastocados, con colores refulgentes o desvaídos, según el caso.
Como muestra y para animar a lanzarse a este mundo tan peculiar de Rengel y tan difícil del microrrelato, he aquí uno de los que incluye en El libro de los pequeños milagros:
Backward I 
Estaba mareado y necesitaba un poco de dinero. Entró en un bar, se acercó a la barra, se dio la vuelta y miró al camarero. Puso en su mano unas pequeñas monedas y el camarero le entregó un flamante billete. Entonces él, a cambio, como si bombeara directamente de su estómago, comenzó a derramar un líquido dorado por su boca, hasta conseguir que la jarra estuviera rebosante de una cerveza fresca y espumosa. Sin perder un segundo, el camarero se apresuró en reservarla introduciéndola por el grifo del barril, luciendo la mejor de sus sonrisas. Una cerveza, sentenció él al finalizar la operación, y volvió a salir del bar caminando de espaldas, más despejado y con la cartera llena.
Puedes ver el book trailer de El libro de los pequeños milagros pinchando aquí.
Puedes ver la presentación de Juan Jacinto Muñoz Rengel de su libro pinchando aquí.
Javier Herrero

No hay comentarios:

Publicar un comentario