viernes, 26 de abril de 2013

¡Abajo el colejio!



Ronald Searle & Geoffrey Willans
¡Abajo el colejio!
Impedimenta, 2013

Antes de cualquier consideración literaria... ¡enhorabuena al traductor, el escritor asturiano Jon Bilbao! Este libro no es sencillo de leer por la gran cantidad de faltas de ortografía y dislocaciones de palabras y frases que contiene, por lo que volcarlo a nuestra lengua desde el inglés original ha de haber sido un arduo trabajo (a la vez que sumamente imaginativo). Y ¿por qué no?, también un ejercicio de memoria para recordar la forma de hablar que teníamos cuando éramos niños unos tiernos infantes, unos diabólicos y terribles niños ocupando todo nuestro saber en los paisajes maravillosos de los primeros años del colegio.


Pero no se asusten los posibles lectores, que lo de las faltas de ortografía y demás desmanes ligüísticos no solo son un aliciente sino que se convierten en una carcajada continua. En realidad, no es fácil leer este libro sin que la sonrisa esté presente de continuo en nuestro rostro. En 1953, el periodista y escritor Geoffrey Willans (1911-1958) y el dibujante Ronald William Fordham Searle (1920-2011) aunaron esfuerzos, inventiva, imaginación y mucho sentido de humor (británico, por supuesto) para crear lo que se convertiría en uno de los grandes clásicos de la literatura ilustrada del pasado siglo y uno de los más importantes de esa llamada escritura gamberra, que no se corta ante ningún estamento, institución o personaje que se le ponga delante (al estilo inglés, mordaz pero con respeto, eso sí). Satírica y divertida como pocas, esta medio novela, medio cómic es un texto absolutamente genial que destila mala baba y que pueden leer tanto niños (que seguro que lo harán de una manera) como adultos (que lo haran de otra completamente diferente).
La historia de ¡Abajo el colejio! es la de un gamberro colegial llamado Nigel Molesworth que hace un repaso a todos y cada uno de los habitantes que pueblan el colegio de internos San Custodio, que tiene 62 alumnos y una colección de profesores (que hay que manejar con inteligencia, habilidad y mucha mano izquierda para beneficio de los propios alumnos). Un repaso que mete el dedo en cualquier llaga que pueda escocer y que saca a relucir cada uno de los defectos que, a los ojos del irreverente Molesworth, son sintomáticos de sus personalidades. Cuanta además todas y cada una de las estrategias que hay que elaborar para poder saltarse los tostones de clases con que los maestros hacen sufrir a los pobres alumnos, más capacitados para el mundo de lo que los docentes son capaces de imaginar.
Un botón de muestra de las apreciaciones de ese travieso gamberrete:
«Hay profesores de todas las formas y tamaños. Algunos son delgados algunos tienen una panza enorme algunos fuman cigarros hapestosos algunos chupan pipas igual de hapestosas y casi TODOS tienen la cara como un tomate pudrido y pisoteado».
Este malvado colegial nació en la revista Punch a mediados de los años cuarenta y se convirtió en un gran éxito inmediatamente, protagonizando cuatro libros hasta el fallecimiento prematuro de Willans, lo que no impidió que se haya convertido en uno de los grandes clásicos de la prosa satírica de todos los tiempos. Esperemos que Impedimenta nos regale con la jugosa traducción de los otros tres títulos de la serie. ¡A divertirse toca!
Javier Herrero

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