miércoles, 9 de enero de 2013

Saul Steinberg


Saul Steinberg / Aldo Buzzi
Reflejos y sombras
Cartas a Aldo Buzzi, 1945-1999
Media Vaca, 2012

Hablar de alguien que ha publicado cerca de 90 portadas y más de 1.200 dibujos para The New Yorker es hacerlo de uno de los grandes ilustradores del siglo XX. Este individuo es Saul Steinberg (1913-1999), que mantuvo una relación profesional con la publicación norteamericana que duró más de 50 años. Rumano de nacimiento, se graduó en arquitectura en la Universidad de Milán en 1940. En ese tiempo se promulgaron leyes antisemitas por el gobierno fascista de Mussolini y Steinberg se marchó del país con destino a Estados Unidos, aunque pasó un año en República Dominicana a la espera del visado de entrada. Un tiempo en el que ya comenzó a enviar caricaturas y dibujos a revistas estadounidenses hasta que The New Yorker se interesó en su trabajo y patrocinó su entrada al país. Un trabajo con finos tintes irónicos, muy adecuado a la línea de la publicación de noticias y cultura norteamericana.

Saul Steinberg (izquierda) junto a Aldo Buzzi.

Amigo suyo desde la escuela de arquitectura de Milán fue Aldo Buzzi (1910-2009), escritor y arquitecto como Steinberg (y que, como él, nunca ejerció como tal), con el que mantuvo una relación de amistad para toda la vida. Su carrera profesional derivó al cine, donde trabajó como ayudante de dirección de Alberto Lattuada y en 1955 codirigió un documental sobre la cultura maya (América pagana) y, posteriormente, a la edición de libros inclasificables. Como este que ahora edita en español la también inclasificable pero primorosa editorial Media Vaca. Se trata de, Reflejos y sombras, un libro extraño, a medio camino de las reflexiones y memorias de Steinberg que Buzzi se encargó de organizar y montar tras la muerte del ilustrador. El origen de los textos son las conversaciones de Steinberg con Buzzi en la casa de este en el verano de 1974 y el otoño de 1977, registradas en cinta magnetofónica y, posteriormente, organizado en cuatro capítulos, donde se glosa la vida de Steinberg en Rumanía, en Milán y en Washington, además de uno último sobre el oficio de dibujante y el mundo y el comercio del arte. Se complementa con un amplio álbum de imágenes de Steinberg, asimismo seleccionadas por Buzzi.



Media Vaca ha tenido además la feliz idea de complementar este título con otro en el que intervienen los dos amigos. Se trata de Cartas a Aldo Buzzi, 1945-1999un compendio de la correspondencia postal que mantuvo Saul Steinberg con Aldo Buzzi entre 1945 y 1999, año de la muerte del ilustrador. Maravilloso en su diseño, el libro tiene un fundamento principal que recorrió la vida del artista y que el mismo Buzzi descubre en las primeras líneas del prólogo:
«El genio de Steinberg –dice Harold Rosenberg– está en haber mantenido viva la controversia [sobre si es o no un artista] durante treinta y cinco años, y en haber hecho imposible que el arte reconociera su legitimidad sin cambiar el concepto de sí mismo».
Una gran oportunidad para adentrarse en la vida y obra de un genio de la ilustración, poco conocido en nuestro país y que ha llenado portadas y portadas, artículos y textos literarios de una buena parte del siglo XX en una de las más prestigiosas revistas del mundo.
Javier Herrero

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