viernes, 27 de julio de 2012

La torre herida por el rayo


Fernando Arrabal
La torre herida por el rayo
Automática Editorial, 2012

Ensayista, pintor, dramaturgo, cineasta, narrador, tertuliano, poeta... Muchos géneros definen a un autor que representa una de las corrientes más heterodoxas de la cultura española del siglo XX: Fernando Arrabal, nacido en Melilla en 1932, fue hijo de un republicano represaliado, apresado, condenado a muerte, internado, fugado y desaparecido en 1942 para siempre sin dejar rastro, lo que marcó, sin duda, toda la obra que su hijo llegaría a crear en el futuro.
Su carrera literaria es inmensa y recoge algunas obras de teatro esenciales de las letras españolas del siglo XX, como El triciclo (1953), Fando y Lis (1955) o El cementerio de automóviles (1959), siendo quizás el autor vivo más representado actualmente. Ha publicado más de ocho centenares de libros de poesía y muchos otros libros de artista, y fue condecorado en 2005 con la Legión de Honor de Francia, además de recibir casi todos los premios literarios (y de otro tipo) que se puedan imaginar, entre los que destacan el Nabokov de novela, el Gran Premio de Teatro de la Academia francesa o el Premio Nadal en 1982, precisamente con la novela  La torre herida por el rayoque acaba de reeditar la nueva y apasionada Automática Editorial.
Una narración insólita en la que, frente a una partida de ajedrez, Arrabal presenta los síntomas de un mundo empobrecido moralmente por los conflictos existentes entre los dos grandes bloques de poder de entonces. Dos personajes, uno español, Elías Tarsis, y el otro francés, Marc Amary, que se enfrentan a una partida para conseguir el campeonato del mundo y que retratan las intrigas políticas, las desdichas sociales y las fobias y miedos de los habitantes de un mundo enfermo y con síntomas mucho más que preocupantes de cara al futuro (el futuro de aquel entonces, que aún se regía por la lucha de bloques y que cambió tanto con la caída del Muro de Berlín, aunque no varió su enfermizo desarrollo, tan crepuscular que ha llegado donde hoy estamos). Un libro que culmina con un extravagante epílogo del autor escrito en enero de este año como si de una conversación entre él y Vladimir Nabokov (1899-1977) se tratara, con el tema del ajedrez y los personajes de la novela de fondo.
Como todo lo que ha realizado Arrabal, se trata de una lectura desconcertante a veces, apasionante y electrizante otras, pero en cualquier caso, sorprendente y estimulante. Un libro en el que la partida de ajedrez va desgranándose poco a poco con la lectura (con gráficos incluidos) y que, paralelamente, crea una tensión tan intrigante como cercana al delirio, al absurdo. No en balde, Arrabal fue creador en 1962 del Grupo Pánico, junto al heterogéneo y seudomístico artista chileno Alejandro Jodorowsky y al dibujante, pintor, cineasta y escritor francés Roland Topor (1938-1997), con el que se fundían muchos aspectos del surrealismo, con la ciencia, la filosofía, el azar, el humor y el terror. Un movimiento que sirivió de excusa a sus creadores para dar rienda suelta a su incontestable creatividad, tan desbordante como provocadora. Son muy conocidas las películas que tanto Jodorowsky como Arrabal filmaron. Este último, con algunos títulos escandalosos en su momento como ¡Viva la muerte! (1970), Iré como un caballo loco (1972) o El árbol de Guernica (1975), filmados todos en Francia donde se encontraba exiliado por sus deesavenencias con el régimen del dictador, al que, precisamente, dirigió su famosa Carta al General Franco, lo que provocó que fuera juzgado y condenado por el régimen.
El salvaje mundo de Arrabal regresa a las estanterías con una de sus más célebres novelas y, pese a alcoholizados mineralismos televisivos o a sus estrambóticas apariciones en los medios de comunicación, no hace sino atestiguar que estamos ante uno de los nombres más importantes y heterodoxos de las letras españolas de la segunda mitad del pasado siglo. Un artista que no cesa y que actualmente está participando como actor en la realización del que se presenta como el primer post-panic-film, Regression, que está dirigiendo Joan Frank Charansonnet,
del que puedes ver el trailer oficial pinchando aquí.
Puedes ver una entrevista a Fernando Arrabal realizada
por Jesús Quintero para TVE pinchando aquí.
Javier Herrero

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