jueves, 3 de mayo de 2012

Robert Mapplethorpe


Robert Mapplethorpe
La mirada de Almodóvar (La Fábrica Editorial, 2012)

En 1984, dos artistas provocadores se conocieron en Madrid y, al parecer, disfrutaron juntos de una noche de fiesta en aquella ciudad deshinibida y heterogénea de la década más abirta que ha tenido. Fue con motivo de una exposición de Robert Mapplethorpe (1946-1989) en la galería Fernando Vijande, a la que acudió un director de cine que comenzada a tener sus primeros éxitos, Pedro Almodóvar, de quien sobra a estas alturas explicar su proyección posterior.
Dos corrientes artísticas muy diferentes la de Mapplethorpe y Almodóvar pero que hacían causa común de una reivindicación plástica por la ruptura de los roles clásicos de la sociedad.
En 2011, treinta y siete años después, cuando el fotógrafo norteamericano ya había fallecido y su obra ya pertenecía por derecho propio a la historia del arte contemporáneo, la galería Elvira González de Madrid propuso a Pedro Almodóvar, a la sazón uno de los cineastas más conocidos del mundo, que comisariara una exposición sobre la obra de Mapplethorpe. Parece ser que este concepto no era muy del agrado del director manchego, pero sí accedió a realizar una selección de obras procedentes de la Fundación Robert Mapplethorpe. El resultado fue La mirada de Almodóvaruna muestra en la que la quietud y la elegancia se dieron la mano. Ahora, un libro recoge aquella experiencia artística.
Si Almodóvar rompió tabúes con su cine en una sociedad que parecía necesitar esa transición de mentalidad, Mapplethorpe tuvo que sufrir los más furibundos ataques por parte de la sociedad y la política más conservadora de Estados Unidos por sus referencias sin rubor al mundo homosexual. No obstante, su obra, cargada de un clasicismo fuera de toda duda y de una perfección técnica asombrosa, fue calando en los ambientes culturales más modernos, exquisitos y abiertos, además de convertirse en un referrente del mundo gay, como, por otra parte, también lo ha sido Almodóvar.
La selección de este director fue mucho mas suave de lo que a priori podía haberse imaginado al unir ambos personajes. Buscó las imágenes menos provocadoras del fotógrafo, algunas de su famosa serie de flores, y otras sobre la belleza del cuerpo masculino, con alguna que aportó la necesaria nota irónica (Cock and devil), el retrato de Patti Smith que no podía faltar o el autorretrato de los ojos del fotógrafo con el que se cerraba el círculo de una exposición de quietud, belleza y sensibilidad reposada.
La escritora norteamericana Siri Hustvedt analiza las imágenes de Mapplethorpe con un texto exclusivo para el libro y jugando con las relaciones que puede tener cada fotografía con Almodóvar como responsible de la selección de las mismas.
Una forma de presentar el trabajo de un artista ya formalmente clásico que responde a la idea de la colección Álbum, con la que La Fábrica Editorial pretende reunir trabajos cortos y escogidos que funcionen a modo de cuentos o novelas sobre destacados artistas internacionales.
Javier Herrero

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