martes, 28 de febrero de 2012

China Moses


China Moses & Raphaël Lemonnier Quartet
Auditorio Nacional de Música. Sala de Cámara. Madrid, 25-02-2012

Arrebatadora en escena e intensa con su voz. Joven y, a la vez, virtuosa como una cantante experimentada. China Moses tiene actitudes que permiten adivinar de inmediato que se trata de una mujer muy joven. Su puesta en escena es divertida y muy fresca y a pesar de estar en una sala de conciertos en apaiencia muy seria, logra que los asistentes nos sintamos con ganas de seguir el ritmo, de reir y de brindar por su estupenda actuación (la única pega es que estemos sentados en filas y no junto a mesas, con un buen cóctel al lado). Pertenece a esa nueva generación del jazz en la que muchos jóvenes poseedores de voces magistrales han convertido el género en espectáculos más cercanos al pop, huyendo de la seriedad a la que parece que venía asociada la maestría y virtuosismo de los intérpretes. Maestría que no se ha perdido sino ampliado, ya que, a esa capacidad interpretetiva tan impresionante han unido el espectáculo, enriqueciendo la escena.
China Moses, hija de Dee Dee Bridgewater, otra de las voces importantes del jazz, es fan confesa de otra de las grandes damas del jazz: Dinah Washington (1924-1963), y es precisamente a ella a quien ha dedicado su último disco, el cuarto ya, titulado This one is for Dinah (Blue Note, 2009), con el hace un repaso a esta figura legendaria de potente e imponente voz y presencia y que, aunque vivió poco tiempo, dejó una impronta imborrable en la canción jazz.
Puro blues, puro jazz... o no tan puro. Un espectáculo repleto de juegos memorables cantando y disfrutando en escena es lo que consigue transmitir China Moses. Y hablando, porque sin duda, es una gran comunicadora, haciendo que el público pase un buen rato incluso en las presentaciones de las canciones. Habla de su gran diva, Dinah, pero también de Nina Simone (1933-2003), de Billie Holiday (1915-1959) y de otras voces que han transitado por géneros paralelos al jazz, como Esther Phillips (1935-1984) o Mamie Smith (1883-1946).
Un gran espectáculo de una gran voz que vino arropada magistralmente por un trío con nombre de cuarteto (faltaba el saxo): Raphaël Lemonnier Quartet. Impresionante su pianista, el mismo Raphaël Lemonnier; descomunal el contrabajista Fabien Marcoz, y para levantarse del asiento el elegante batería Jean-Pierre Derouard. Con ellos, China es más grande.
Puedes ver la canción Mad about the boy 
interpretada por China Moses pinchando aquí.

Javier Herrero

lunes, 27 de febrero de 2012

Un ángel impuro


Henning Mankell, dibujo realizado por Javier Herrero
Henning Mankell
Un ángel impuro (Tusquets Editores, 2012)

Muchos se sintieron huérfanos de personaje cuando el escritor sueco Henning Mankell decidió abandonar para siempre las inquietantes investigaciones del inspector Kurt Wallander. Una serie que le ha dado fama internacional (con al menos dos adaptaciones televisivas de cada uno de los libros) y que, al margen del agotamiento literario que pueda sentir el autor, es de carácter adictivo, vibrante y emocionante. Tanto que no puedo dejar de seguir recomendándola a cualquiera que tenga un poquito de afición por el género negro.
Sin embargo, Mankell no es solo un escritor de novela policíaca. Su mundo real orbita entre sus dos pasiones: su Suecia natal, la personalidad de sus habitantes y los problemas que enfrentan ante los retos del mundo moderno. Por otro lado, África y, más concretamente Mozambique, en cuya capital vive gran parte del año y dirige el Teatro Nacional Avenida de Maputo.
Literariamente hablando, es un reconocido dramaturgo en su país, además de autor de una serie de libros que difieren sustancialmente de la serie de Wallander. Ha escrito títulos muy introspectivos, como la magnífica y bergmaniana Zapatos italianos (Italienska skor, 2006) o la recientemente traducida al español Daisy Sisters (publicada en Suecia en 1982), que dan buena muestra de su alta calidad narrativa.
Pero es en la llamada Serie Africana donde parace que los amores y deseos del escritor se vuelcan de manera más emocional. Una serie en la que los dolores, las frustraciones, los tantas vecees descontrolados problemas y las muchas esperanzas del continente negro se convierten en novelas intensas y electrizantes. La emigración, la difícil adaptación de blancos y negros en contextos sociales que les son ajenos, los lazos afectivos que surgen en las complejas situaciones que se crean y, sobre todo, las injusticias y terrores que han sufrido los pueblos africanos a lo largo de la historia, son los centros de atención de esta imprescindible serie.
Pero Mankell no se limita a la denuncia en frío. Su maestría narrativa le permite tejer argumentos extraordinarios y creíbles en los que el lector puede zambullirse de lleno para nadar sin descanso hasta el final de cada una de sus historias. La construcción de personajes es una de las grandes habilidades del narrador sueco y, como un Dickens de nuestro tiempo, dibuja con gran eficacia la telaraña dramática en la que discurren las vidas de sus protagonistas.
La última novela escrita por Mankell, Un ángel impuro, es un perfecto ejemplo de lo que digo. La historia atrapa de forma inevitable y sus personajes se convierten de inmediato en parte de nosotros mismos. Mankell logra que nos sintamos casi deambulando sin ser vistos por el complejo entramado de la narración. Una novela que nos trae a Hanna Lundmark como absoluta protagonista de un viaje que la lleva desde la juventud hasta su madurez y desde los fríos territorios del norte de Suecia hasta Lourenço Marques (antiguo nombre de Maputo). Una peripecia vital que incluye dos matrimonios, muchos miedos y la regencia de uno de los burdeles más conocidos y exitosos de la entonces gran ciudad portuaria de la colonia portuguesa en África.
Además de la protagonista, que crece y se fortalece a medida que discurre el tiempo, la galería de personajes que se cruzan en su vida hacen de Un ángel impuro un libro tan complejo como la vida misma, en el que se cuecen las desconfianzas y resquemores de dos mundos enfrentados por el desconocimiento que tiene uno del otro, además de por la condición de colonos los unos y de siervos los otros.
Creo no equivocarme al decir que es una de las novelas más fascinantes de Henning Mankell (cosa que digo al acabar casi todas las que he leído de él). Tampoco creo equivocarme al predecir que no tardará en filmarse una película de Un ángel impuro, pues tiene la estructura, emociones y personajes más que adecuados para trasladarse a la gran pantalla (aunque espero que sea de forma seria y que deje de lado el aspecto de drama romántico en el que se convierten tantas y tantas obras literarias).
Puedes ver el book trailer de la novela pinchando aquí.
Javier Herrero

viernes, 24 de febrero de 2012

Refree


Refree, Raül Fernández

Refree es el alias de Raül Fernández para sus proyectos más personales, para sus poesías musicadas en forma de disco. Su creatividad ha dado lugar ya a cinco álbumes que son como pequeños haikus susurrados con música, pequeñas filigranas de dulzura, pasión y amor por las pequeñas cosas de la vida cotidiana y de las relaciones personales. Precisamente, se acaba de editar el quinto disco, Matilda (Marxophone, 2010) que, como los anteriores, es una deliciosa obra absolutamente personal alejada de modas, estilos y tendencias sin que por ello deje de sonar de hoy día. Una carrera que ya tiene cinco discos: Quitamiedos (2002), Nones (2003), el delicioso La matrona (2005) y el anterior a Matilda, Els invertebrats (2007).
Además, es importante su labor de producción discográfica y fue sonado su montaje del espectáculo Ojo con la Mala para Mala Rodríguez o su curioso proyecto Inmigrasons (ver vídeo aquí) con canciones de los inmigrantes españoles a Argentina tras la guerra civil de vuelta a nuestro país con el paso y el poso del tiempo. 
Tu música es íntima, poética, llena de texturas. Parece nutrirse mucho de la vida cotidiana de la gente, la más familiar y cercana...
El día a día nos da historias constantemente y casi siempre son las mejores. Además lo que tengo cerca es lo que conozco mejor, así que me es mucho más natural hablar de algo cercano.

Saltas del castellano al catalán sin que suponga ninguna ruptura emocional en la intensidad del disco. ¿Algo te indica la lengua que usar a la hora de escribir una canción?
La verdad es que depende de un montón de cosas: del día que tengo, de lo que me apetece, de la canción, de su temática, de la melodía... y, a pesar de ello, casi siempre es una decisión inconsciente. Tan natural como que no deja de ser mi día a día.

¿Te resulta difícil exponer esas breves historias que grabas, tan lentas, pausadas y frágiles, en una industria tan marcada por lo comercial y lo rápido?
Refree es un proyecto pequeño que hago cuando tengo algo que decir y donde hago lo que quiero en cada momento. Creo que me da igual lo que pase en la industria, quién vende más o las maniobras comerciales. Mientras pueda editar mis discos no me quejaré.

¿Y en qué medida puede afectar la piratería a algo tan minoritario (en el sentido de selecto) que no entra en las listas de éxitos? ¿No podría servir, incluso, como promoción de tu obra?
Queda muy bien decir que afecta positivamente, y es verdad, porque podemos llegar a mucha más gente a través de internet, pero no hay que olvidar que ahora vendemos muchos menos discos, y esto en muchos casos significa tener menos apoyo económico externo.

Las letras sueles escribirlas tú, pero, en ocasiones, has cantado los textos de otros, como hiciste con un poema de Gloria Fuertes o, en este disco, con un texto de Enric Seguí i Pou. ¿Qué te lleva a cantar la obra de otros?
Hay algo en una letra de otro que me despierta las ganas de musicarla, es una especia de conexión extraña que sucede casi al mismo tiempo en que la leo o la escucho por primera vez, las veo muy cercanas y musicales.

Has trabajado en el proyecto Inmigrasons, en donde las canciones hacían un viaje de ida y vuelta de América a España. También has acompañado a Josh Rouse en su gira y has dirigido un espectáculo para Mala Rodríguez, además de producir discos de otros artistas. ¿En qué terreno te sientes más cómodo?
Supongo que no soy capaz de entender mi vida musical sin alguna de estas facetas, cuando paso algún tiempo sin hacer una la hecho de menos.

¿Qué artistas de la música nos recomendarías?
Ahora estoy muy enganchado a un disco de Caetano Veloso que se llama Joia y también a Woke Up On A Whaleheart de Bill Callahan.

¿Vas a hacer gira para presentar este disco en directo? Cuéntanos algo de tus proyectos...
Más que gira voy a hacer algunos conciertos de presentación, no tengo fechas aún, pero empezaré a finales de enero. La verdad es que ya tengo ganas.
Javier Herrero
(Entrevista realizada en diciembre de 2010)
Pincha aquí para ver la página web de Refree

jueves, 23 de febrero de 2012

Max y Moritz

Wilhelm Busch

Casi 150 años tiene este cuentecito y pa­rece que estuviera escrito por un alma atacada por un espíritu punk. Es salvaje, gamberra y muy divertida, aunque su humor es oscuro, muy negro. Max y Moritz son dos perversos y diabólicos jovenzuelos que, con el afán de divertirse, no dejan de hacer travesuras a diestro y siniestro. Escrito en verso, esta obra de Wilhelm Busch (1832-1908), es el antecendente de todos los personajes malsanos (pero divertidos) del cómic que surgiría pocos años después y llega hasta nuestros tiempos, aunque entonces, en 1865 cuando fue escrito, lo políticamente correcto aún no existía y las salvajadas que describen estas aventuras no pueden considerarse precisamente blancas. A estos malvados gamberros les encanta hacer daño y de ellos no se libra nadie. Una estupenda recuperación con traducción (en verso) realizada por Víctor Canicio
Puedes ver el book-trailer pinchando aquí.
Javier Herrero

Valentina


Guido Crepax
Valentina. tomos 1, 2 y 3 (Norma editorial, 2011/2012)
Valentina es un personaje imprescindible del cómic adulto contemporáneo. En los tiempos en los que la guerra de Vietnam marcaba las noticias, la minifalda irrumpía en la moda y el pop-art se convertía en el centro mediático del arte, el dibujante italiano Guido Crepax (1933-2003) comenzó a publicar en la revista Linus (desde el nº 2, en 1965) una serie con un personaje secundario que, de inmediato, se convertiría en protagonista por derecho propio, por su imagen y su inquietante personalidad llena de es­pacios secretos, deseos so­lo confesados a los lectores y sueños arrebatados. Una mujer con el nombre de Valentina que ha acabado convirtiéndose e un icono de la imagen moderna.
Moderna, desinhibida, in­quieta y soñadora, sobre todo, soñadora, Valentina nos lleva por un mundo de aventuras que están siempre con un pie en la realidad y otro en el mun­do de las pesadillas, con personajes siniestros como los Subterráneos o la malvada bruja lesbiana Baba Yaga.
Fotógrafa de moda, Valentina es elegancia constante y su media melena es tan contemporánea como lo son sus historias fantásticas, muy embebidas de la estética pop de la época. No obstante, Guido Crepax es uno de los artistas del cómic más reputados de todos los tiempos, con un estilo de dibujo inimitable y una concepción de cada página que las convierte en verdaderas obras de arte de la historieta. Su creatividad no se ha limitado a su personaje mítico, Valentina, de la que, por fín, Norma Editorial reedita de forma digna la obra en distintos volúmenes (ya van tres publicados), sino que ha transitado también por otros personajes literarios, siempre con la impostura y la heterodoxia como seña de identidad: Emmanuelle, Justine, Historia de O, Frankenstein...
Los aficionados están de enhorabuena al poder recuperar un clásico.
Los jóvenes descubrirán un personaje inmortal.
 Javier Herrero

miércoles, 22 de febrero de 2012

Joyce Carol Oates


Joyce Carol Oates
Una hermosa doncella (Alfaguara, 2011)

La escritora neoyorkina Joyce Carol Oates es quizá una de las voces más destacadas de la literatura norteamericana contemporánea, presente casi todos los años en las listas de candidatos a ser nominados al premio Nobel de Literatura. En sus propias palabras, afirma estar influida sobre todo por el libro de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, aunque sus textos distan mucho de ser considerados cuentos para niños, pues en ocasiones se acercan con gran sordidez a los aspectos más desasosegantes de la sociedad humana contemporánea. La violencia, el estupro, el incesto, las fantasías sexuales... están presentes en su obra de forma casi constante y es la mujer la que se lleva el protagonismo fundamental de la misma.
Su último texto es una elegante joya artística. Una hermosa doncella es una deliciosa narración sobre una incómoda y a priori poco comprensible relación entre una niña de dieciséis años y un anciano millonario y pintor aficionado. La joven Katya Spivak trabaja de asistente interna para niños en la vivienda de un matrimonio insustancial y un buen día, en el paseo que realiza con los pequeños, conoce a un venerable anciano, Marcus Kidder, que de forma inesperada para ella, comienza a tratarla con una atención desmedida. Las diferencias de edad son tan grandes que la chica se deja llevar como si de su abuelo se tratase, pero, poco a poco, las atenciones del caballero se transforman en una relación que muy poca gente admitiría sin que algo extraño se colase en sus opiniones.
Como si de Caperucita roja se tratase, el anciano se convierte en el lobo feroz que seduce con sus atributos sociales a la joven inexperta. A su vez, como afirma un crítico, destellos de la Lolita de Nabokov se cuelan sin tapujos en esta absorbente novela, pues Katya es joven y probablemente inexperta, pero espabilada y con una capacidad de adaptación muy desarrollada. Hay que decir que el texto es delicado, frágil, hermoso, sin elementos que pudieran considerarse sórdidos o escabrosos y la prosa es de una brillantez que su lectura se convierte en un plato lleno de sabores y perfumes exquisitos. Una gran obra de una autora con un corpus literario muy extenso y que cualquier año recibirá el galardón más famoso de las letras internacionales.

Joyce Carol Oates
Ave del paraíso (Alfaguara, 2010)

La insípida vida de Sparta, un aburrido pueblo del estado de Nueva York, se ve alterada por un suceso trágico. Una mujer aparece muerta en su habitación. Era dependienta de la tienda de helados, pero también era cantante de country, promiscua y demasiado liberal para las adocenadas mentes de los habitantes del pueblo. El problema es que Krista, la preadolescente que narra en primera persona los sucesos según su obsesiva y compulsiva óptica, se da cuenta de que algo turbio se cierne sobre su familia, pues parece que su idolatrado padre es sospechoso del crimen. El análisis de los sucesos se topa de bruces con la madre y el hermano, que tratan de separarla de su padre, quien, por otro lado, busca redimirse en su hija.
La neoyorkina Joyce Carol Oates, nominada ya varias veces al Nobel de literatura, incide en su intenso universo faulkneriano de nuevo en una novela que se acerca cada vez más al género negro aunque con las complejidades emocionales y narrativas con las que suele enfrentar a sus personajes. La moral se pone en cuestión, lo lascivo y lo oculto aparecen hostigando las buenas costumbres como en una película de David Lynch, el erotismo se desliza por cada palabra de la na­rración... Una nueva inmersión en la extraña perversión que subyace en la sociedad del bienestar.
Javier Herrero

lunes, 20 de febrero de 2012

Jim Dodge


Jim Dodge
Stone Junction. Una epopeya alquímica (Alpha Decay, 2010)

No es fácil definir un libro como este. Lo que en él sucede, lo hace de una forma poco habitual y a una velocidad que provoca vértigo. Es como si nos introdujéramos en una espiral de acontecimientos que no somos capaces de prever de antemano ni de evitar que sucedan. Y lo mejor de ello, es que el escritor norteamericano consigue que penetremos en esta historia de más de 500 páginas con un progresivo sentimiento de estar siendo abducidos por un mundo diferente, mágico, perverso en ocasiones, pero, sin duda, fascinante.
El autor de la maravillosa novelita JOP (reseñada a continuación) se lució escribiendo esta aventura que denominó epopeya alquímica, con un protagonista. Daniel Pearse, que nace en las primeras páginas del libro y va creciendo en medio de aprendizajes que concitan engaño, sabiduría, misterio y sociedades secretas.
Jim Dodge es como un hippy de otra época, que vive aislado en un rancho de Sonoma (California) y que parece haber trasladado a esta narración alg­unos de los deseos que nacieron con aquella época de libertades y lucha contra las injusticias, menos complaciente que la de hoy día. Desde el inicio de la narración vemos cómo una extraña sociedad secreta (un poco al estilo de la Mesa Redonda) está dirigida a luchar contra algunos abusos de la sociedad reinante en aquellos tiempos (estamos alrededor de los años 70), fundamentalmente contra la energía nuclear. En medio de toda esta intriga, se cuela Daniel que desde niño es iniciado en el aprendizaje de cuantos trucos, ardides y artimañas pueda utilizar una persona para hacer del engaño el arma fundamental de su existencia. A lo largo de una trama que se convierte en una road movie, el joven protagonista estudiará con distintos maestros en el arte del disfraz, de las drogas y el alcohol, de la magia, del juego de azar... que descubrirán a Daniel que el mundo no es solo lo que aparenta. La riqueza con que Dodge dibuja a los personajes hace que estos se descubran ante nosotros como protagonistas de una leyenda moderna, imperecederos y grandiosos por su poder y su sapiencia.
No voy a desvelar la trama (sería demasiado complejo hacerlo) paro sí voy a animar a que el lector se deje llevar por un mundo irreal que pertenece al nuestro, que vibre con las múltiples aventuras que le suceden a nuestro protagonista a medida que va creciendo en edad y sabiduría, que disfrute con sus traumas y los de cuantos les rodean, que sufra con las pequeñas alegrías y excesos que se cuelan entre tanto desenfreno. Lo de epopeya alquímica le viene perfectamente a Stone Junction (que, por cierto, tuvo una primera edición en España titulada Introitus lapidis). Es una epopeya de personajes inolvidables y que te hace sentir como si te hubieras comido un ácido de aquellos que tanta literatura y música inspiró en los años más beatniks.

Jim Dodge
JOP (Capitán Swing, 2011)

Jake, un anciano de 99 años jugador de pó­­quer tiene un se­creto: hace años, un indio le enseñó la fórmula de un brebaje con aspecto de whisky que le otroga la inmortalidad. Su iniciativa lúdica le permite acumular el suficiente dinero para conseguir la custodia de su nieto, Peque, tras la muerte de los padres de este. Y se lo lleva a vivir con él en su granja. La vida discurre de forma pacífica, con sus tardes de cine, sus rutinas, la construcción de cercas y la presencia de Cepo, un jabalí destructor con el que nadie puede acabar, hasta que aparece una cría de ánade real –un pato– que resulta tener una personalidad deslumbrante. JOP (ese JOdido Pato) se aficiona pronto al whisky de Jake y cambia la vida de ambos. Jim Dodge ha escrito una fábula delirante y muy divertida, con frases que emocionan, con personajes que se convertirán en inmortales, como el propio Jake, que lo fue toda su vida. El escritor norteamericano es, como su personaje, un señor respetable que vive aislado en su rancho de Sonoma (California). Junto al delicioso texto, las ilustracciones sueltas y desgarbadas de Virginia Frieyro y una extensa entrevista de Kiko Amat realizada al autor.
Javier Herrero

viernes, 17 de febrero de 2012

Gurrelieder

Arnold Schoenberg, dibujo realizado por Javier Herrero
Arnold Schoenberg
Gurrelieder / 2 dvds (Deutsche Grammophon, 2011)

Es algo que se venía extrañando. Las edición en dvd de producciones españolas de ópera o conciertos. 
Que, a la vista de esta edición, consigue transmitir la emoción del directo, además de complementarlo con informaciones y documentos de mucho interés para la comprensión de la obra. 
El doble dvd que se presenta contiene una composición mayúscula de la historia de la música. 
Se trata de Gurrelieder (Canciones de Gurre), una cantata para solista, narrador y orquesta que compuso entre 1901 y 1911 el austríaco Arnold Schoenberg (1874-1951) basándose el los textos del poeta danés Jens Peter Jacobsen, traducidos al alemán por Robert Franz Arnold. Un ciclo de canciones de amplísima factura, cercano en su complejidad a la Sinfonía de los mil de Mahler o al espíritu emocional y grandioso de la obra de Wagner
Estilísticamente supone un paso intermedio entre el tardoromanticismo y la era moderna. La complejidad compositiva y de interpretación es espectacular, sobre todo si tenemos en cuenta que Schoenberg la compuso cuando aún estaba terminando sus estudios y ya planteando su teoría dodecafónica que revolucionaría la música para siempre. 
La extraordinaria interpretación corre a cargo de la Joven Orquesta Nacional de España junto a la Jove Orquestra Nacional de Catalunya, dirigidas por Josep Pons (es emocionante la grabación de los ensayos con los jóvenes músicos en los que Pons les transmite la esencia de la composición). Junto a ellos, un gran coro compuesto por el Cor Lieder Camera, el Cor Madrigal, el Orfeó Catalá y la Polifónica de Puig-Reig
Cinco cantantes y una narradora logran plasmar la intensidad romántica de la obra. Una grabación brillante para una obra maestra, dirigida por Igor Cortadellas (impagable la grabación de los ensayos en el making of incluido en los extras del dvd). 
Que se repita.
Puedes ver la presentación del dvd pinchando aquí.
Puedes ver el making of pinchando aquí.
Javier Herrero

jueves, 16 de febrero de 2012

Li Chi Pang

Fotografía: Javier Herrero
Li Chi Pang

En la galería comercial de la calle San Bernardo, 5 de Madrid, encontrarán una pequeña tiendecita, Asia, de venta de productos de alimentación oriental. Aparentemente es una más de las que abundan en las grandes ciudades regentadas por ciudadanos de origen chino. Pero dentro, entre los arroces, salsas de soja y fideos, se esconde arte, mucho arte.
El tendero-maestro Li Chi Pang es como una isla de calma en la bulliciosa ciudad. En su pequeña tienda de comestibles tiene desde hace ya unos años un reducido taller en el que enseña los secretos de la pintura tradicional china a todo el que esté interesado en esta técnica milenaria. La relación entre su visión del mundo y el que le rodea es uno de los argumentos de nuestra conversación, llena de alusiones a lo contemporáneo.
¿Cuándo llegó a España y por qué vino aquí?
Llegué hace más de treinta años y lo hice porque sabía que España es un país de arte. Además, acoge a los emigran­tes y por supuesto, me encanta el estilo de vida de aquí.
¿Cómo se le ocurrió convertir la trastienda en una escuela de pintura y caligrafía china?
Pinto desde los diez años. A pesar de abrir la tienda, nunca dejé la pintura, siguiendo la tradición de los pintores letrados.

La tienda por delante. En la trastienda el arte. ¿Qué alimenta más?
La tienda me da con que vivir y la trastienda me da la vida.

La pintura china tiene mucho de contemplación de la vida. En occidente, la gente vive tan rápido que no se detiene tanto a observar. ¿Qué diferencias tiene su arte con el occidental?
Se suele diferenciar entre pintura contemporánea y pintura tradicional china. Pero entre ambas no debe existir diferencia. La respuesta más fácil en lo que se refiere a la pintura china es que la tradición es como una raíz que se desarrolla hacia la luz y la flor sería lo contemporáneo. El pintor debe tener un lenguaje contemporáneo y conocer a los pintores occidentales históricos. Ambas culturas unidas ayudan a crear un nuevo estilo en el mundo del arte.
Creo que la pintura china se ha expresado de un modo marcadamente abstracto, aunque tampoco ha sido ajena a lo que denominamos realismo. Sin embargo, esto no es lo más importante. A mi entender lo esencial es la búsqueda para expresar el “dinamismo interior” de la naturaleza, la esencia de las cosas. Por ello, todas las influencias de los cambios habidos en la sociedad, los distintos lenguajes formales que se generan, en cualquier época y civilización, serían, desde este punto de vista, aspectos secundarios y temporales.
¿Qué es lo más difícil de enseñar a un alumno de sus clases?
El control del agua en el pincel, puesto que, una vez mojado el papel chuen [de arroz], ya es muy difícil corregir cualquier error. Artísticamente, lo más complicado es que los alumnos sientan la esencia del arte oriental, que está más allá de las épocas, civilizaciones y de debates entre lo tradicional y lo contemporáneo. Lo más importante es que nada de esto se convierta en una cárcel que impida al artista expresar ese “dinamismo interior”.

¿Puede haber mestizaje entre el arte chino y el de aquí?
Por supuesto. Recuerdo a un alumno que tuve, François Maréchal, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que aprendió lo que yo pude enseñarle y lo aplicó y transformó a su arte. Luego yo fui a su taller a aprender de su técnica y de su modo de expresarse.

La caligrafía china convierte la palabra en arte...
La caligrafía china es un arte. Gran parte de las pinceladas de la pintura china proceden de las pinceladas de la caligrafía china.
Fotografía: Javier Herrero
Ve posible entrar en los circuitos artísticos de Madrid?
No lo sé. Lo que más me importa es el acto y el placer de pintar.

La trastienda puede quedarse pequeña... ¿Seguirá dando clases ahí o tiene pensado ampliar?
No he pensado en eso. Llevo mucho tiempo aquí y me siento bien. Lo importante es que el artista pueda expresarse libremente, aprovechando una riquísima diversidad de lenguajes para transmitir con su pintura ese aspecto fundamental, esa “esencia” de la naturaleza.

Javier Herrero
(Entrevista realizada en marzo de 2006)
Escuela de pintura y caligrafía del Profesor Li Chi PangTienda Asia. Galería Comercial. C/ San Bernardo, 5. Madrid
Pincha aquí para ver un book del artista

miércoles, 15 de febrero de 2012

Frank


Jim Woodring
Frank (Fulgencio Pimentel, 2010)

Si hay algo que puede diferenciar al No­veno Ar­te de cualquier otra disciplina artística es la desbordante capacidad expresiva que puede llegar a mostrar. El cómic puede alejarse como ningún otro arte de los corsés plásticos o afines a la moda imperante que a veces pueden llegar a cohibir la expresividad del artista. Una deslumbrante capacidad para explorar y descubrir que, en ocasiones, otras artes han imitado y explotado sus hallazgos (sobre todo, el cine). Y es en este Arte donde se descubren de cuando en cuando algunos artistas que se salen de todo tipo de catalogación o encasillamiento. Uno de ellos es el norteamericano Jim Woodring, autor de una de las más hipnóticas, soñadoras y revolucionarias series, si es que como serir puede denominarse la colección de historias de su personaje Frank, del que ahora, por primera vez en castellano, se edita una edición (primorosa, por cierto).
Decir “en castellano” es un simple formulismo puesto que la mayoría de las aventuras de este curioso personaje homínido (con forma levemente parecida a algún gato disneyniano) son sin palabras, mudas, mímicas; son historias que no necesitan traducción y en las que el lector-espectador-soñador puede introducirse con facilidad, si es que está dispuesto a dejarse llevar por la fabulosa imaginería que en las páginas de Woodring se despliega.
Llenas de personajes extraños, de paisajes que lindan con lo surreal, de situaciones que pa­recen extraídas de un sueño (o de una pesadilla), las historias de Frank nos conducen por una realidad que puede parecer ilógica pero que se sostiene en sí misma como sostienen su cordura los sueños mientras se sueñan. La imaginación visual que despliega Woodring es deliciosa, convirtiendo este libro en un apetitoso objeto de arte. Hay que decir que Fulgencio Pimentel, la editora que se ha embarcado en la recuperación de este título, lo presenta como el primer volumen recopilatorio de las aventuras del personaje, por lo que, quien se anime a abrir la puerta, a cruzar el espejo, a cerrar los ojos y entrar en los sueños de Frank, tiene asegurada la continuidad del disfrute estético y de la emoción que se siente cuando uno se topa ante un artista de categoría. Posiblemente, una de las obras más creativas del cómic de las dos últimas décadas.
Javier Herrero

martes, 14 de febrero de 2012

Guerra y Paz

Lev Tolstói, dibujo realizado por Javier Herrero

Lev Tolstói
Guerra y Paz / 2 volúmenes (Alianza Editorial, 2010)

En una reseña leída en una web sobre esta monumental obra de arte universal se decía que “es uno de esos libros que, al terminarlos, provocan deseos de abandonar la vida de lector, pues ya nada estará a la altura de lo que acabamos de leer”. Una afirmación llena de pasión y cargada por la emoción que produce haber pasado tanto tiempo viviendo con los personajes de un libro totalizador que quiso reflejar la vida en su más profunda complejidad y que late con el pulso de la existencia. Una obra que ha terminado convirtiéndose en una de las más importantes de la literatura de todos los tiempos, en casi un icono de la cultura rusa y, por extensión, de la universal.
El escritor ruso Lev Tolstói (1828-1910) co­­­menzó a escribir la historia en 1864 cuando un brazo roto le obligó a permanecer un tiempo convaleciente. Estuvo redactándola durante cinco años y comenzó su publicación en la revista Ruskii Viestnik (El mensajero ruso), hasta que, en 1869 la obra quedó por fin completada. Muchos analistas de esta magna narración apuntan al doble significado del título ya que, en ruso, la palabra ‘Paz’ y la palabra ‘Mundo’ se escriben de la misma manera. Algo anecdótico pero que pone de relieve al afán totalizador del texto, la riqueza que contiene, que es casi como tener el mundo entre nuestras manos.
Entre un escenario asombrosamente documentado sobre las guerras napoleónicas, Tolstói nos narra la existencia de distintos personajes que viven con el mismo latido de lo real, dudan, meditan, conversan, se relacionan sin artificios literarios, sufren y gozan como lo hace el mundo real... Es la vida de verdad narrada en una absorbente lectura  que no debe asustar por su extensión. “Guerra y paz es a la novela lo que el Everest a las montañas”, afirma Víctor Andresco en la introducción a Guerra y Paz, y concluye que este libro “constituye una inagotable y novedosa aportación a la modernidad”. Es casi la novela de novelas o, mejor, la novela de la vida.
Javier Herrero

lunes, 13 de febrero de 2012

Rodrigo

Ilustración de Jaime Martínez, publicada
junto a la entrevista en el número 143 de
El Periódico de la Publicidad (junio de 2005)
Rodrigo

Ahí llega Rodrigo, con toda su barba y su gorra estilo béisbol. He quedado con él para charlar un rato sobre la lujosa reedición de su famoso cómic Manuel no está solo (Ediciones Sins Entido, 2005) que, allá por los años setenta dibujó para contar la historia de su relación emocional (y algo más) con alguien a quien conoció en una piscina. Un relato que, con el tiempo, se ha convertido en símbolo de una época en la que todo parecía posible en su despertar a los derechos del individuo y a las libertades.
Tras saludarnos de forma entrecortada, que mi mano extendida ayuda a salir del apuro, pedimos unas cervezas y entro de lleno en el tema preguntándole por los rasgos autobiográficos de la historia de Manuel
«Empezamos bien», bromea, y continúa afirmando que «aunque el arranque sí lo es, ninguna obra es absolutamente biográfica». En sus palabras hay un enorme poso de cariño «por ese trozo de mi vida que me ha dado mucho». Habla de la fascinación que sintió por ese hombre sencillo que trató y retrató, a pesar de que fue una relación breve y extraña, «como cogida con alfileres».
Rodrigo es un hombre muy hablador que pasa de una idea a otra con gran viveza. Manuel le hace pensar en el amor (con mayúsculas), y el amor le lleva a pensar en su hija, que, aunque de forma diferente, es lo que hoy entiende por amor.
Cuando le comento cómo se descubre el barroco en sus dibujos, despierta el artista apasionado, casi místico. «El barroco comenta– se asomó tanto a la hondura de la vida que dejó de ser pintura. Está hecho de la materia misma de la vida, tan cargado de dignidad y autenticidad que se acerca a la idea de Dios».
Además, parece encontrarse a Escher en algunas de las laberínticas formas de sus viñetas. «En una de las planchas coloqué incluso la firma de Escher. En aquel tiempo me confirma—, me fascinaba ese concepto plástico tan increíble».
Aquellos tiempos en los que Madrid parecía adaptarse a la iniciativa creativa. En sus dibujos, la ciudad parece orgánica, flexible, moldeable... Rodrigo me habla de su vida en el barrio de Malasaña, centro orbital de la movida madrileña, en la que «algunos hacíamos cositas y otros eran más los protagonistas. Se vivía mucho la calle, aunque quizás ahora también y yo ya sea un poco mayor». No obstante, Rodrigo afirma que entonces había «una mirada cómplice en la gente».
De un Madrid lo llevo a otro, y la rotundidad aparece cuando le pregunto sobre esta ciudad de hoy, tan olímpica. «No me gusta el deporte de masas. Lo invade todo y me resulta artificial». Afirma no sentirse identificado con una ciudad que reivindica no se sabe bien si negocio o deporte. «Prefiero las calles para reivindicar una vida en libertad».
Entonces, le pregunto, ¿cómo dibujaría hoy Manuel? «No lo haría. Lo viviría».
El tema de las libertades me lleva a buscar su opinión sobre este momento de inflexión que vive la comunidad homosexual actualmente (no hay que olvidar que Manuel es un referente gráfico del mundo gay). Sin embargo, Rodrigo afirma no ser militante de «lo gay. No me meto en ningún ejército. La militancia está en los extremos más extremos». Insiste en que dibuja lo que siente sin preguntarse si será o no arte gay. Asimismo, rechaza la ocultación y celebra «ese punto de ambigüedad que todos podemos tener».
Tras Manuel, Rodrigo dejó de dibujar cómics. De su obra posterior, todos podemos ver en Madrid su gran mural de más de 90 metros que dibuja la Castellana en el vestíbulo de la estación de Metro de Nuevos Ministerios.
Afirma ser un trabajador moroso y muy irregular. «Cualquier día me cortan el teléfono», bromea.
En cuanto al campo de la publicidad, se confiesa «lento trabajando y vago... muy vago», algo que no casa bien con la urgencia que exige el trabajo publicitario, por lo que muy pocas veces ha rozado ese terreno.
Concluimos nuestras cervezas y, antes de despedirnos, ya más afectuosamente, hablamos de la actual exposición de dibujos de gran formato que tiene colgados en la galería Masha Prieto (C/ Belén, 2) de Madrid, que confiesa ser fruto de la vorágine crea­tiva a la que la reedición de Manuel le ha devuelto.
Javier Herrero
(Entrevista realizada en julio de 2005 con motivo de una exposición de Rodrigo en la 
galería Masha Prieto y la reedición de su cómic Manuel no está solo en ediciones Sins Entido)

viernes, 10 de febrero de 2012

Sci-Fi Cults

Fotograma de 1

Fotograma de Terrícola

Pater Sparrow
1 (2009) Cameo (ver trailer)
Clay Liford
Terrícola (2010) Cameo (ver trailer)

¡Qué interesante! La distribuidora Cameo se ha lanzado a una aventura, cuando menos, fantástica e imaginativa. Aludiendo, claro está, al género sobre el que versa la nueva serie Sci-Fi Cults: los títulos recientes del cine independiente que trata temas de ciencia-ficción. Películas de casi imposible visión (a no ser en filmotecas, porque ya las televisiones olvidaron lo que fueron los ciclos) y que sorprenden por sus propuestas, tanto argumentales como de realización y montaje.
Se estrena con dos títulos. El primero, 1 (así, con el número), dirigida por Pater Sparrow, que alude al texto escrito por el polaco Stanislaw Lem en su libro Un minuto humano (1986). En él plantea la misteriosa aparición de un libro que condensa la actividad completa de toda la humanidad a lo largo de un minuto. El libro supone una revolución internacional, pues todo el mundo sin excepción se encuentra reflejado en el texto, cualquiera que haya sido su actividad. El libro descubre al asesino, al infiel, al pervertido, al soñador... a todos y cada uno de los pobladores de la tierra. Una inquietante verdad que el mundo difícilmente puede asimilar.
El segundo título editado es Terrícola (2010). dirigido por Clay Liford. Es una suerte de la legendaria El día de los trífidos... pero al revés. Tras un accidente atmosférico, Judith descubre que no es quien creyó ser, sino que su cuerpo no es más que un recipiente que alberga a un ser llegado de otro mundo en un lejano tiempo. Además, descubre que otros habitantes de la tierra también son congéneres suyos. Y todos sienten una extraña llamada: la de abandonar esos cuerpos receptáculos y regresar a su planeta de origen. Es la des-invasión extraterrestre. El filme es inquietante y oscuro, con grandes preguntas acerca de lo que significa ser humano.
Otro dato interesante es que los dvds contiene distinctos extras que descubren algunos cortos del género de autores actuales. En concreto, 1  incluye dos cortometrajes de David Pantaleón y Terrícola, el corto Moon dust de Ezequiel Romero, así como la presentación del proyecto El cosmonauta que busca financiación para poder realizarse con aportaciones individuales de los aficionados (y. a día de hoy, ya lleva el 54% del presupuesto recaudado).
Una serie para coleccionar.
Javier Herrero

jueves, 9 de febrero de 2012

Memorias de la Tierra


Miguel Brieva
Memorias de la Tierra (El Otro Mundo 2) (Mondadori / Reservoir Books, 2012)

El mundo es nuestro amigo, aunque lo tratamos como si nos molestase. La conciencia ecológica, de crecimiento sostenible y de una actitud sana ante los desafíos que presenta el futuro en el planeta Tierra es lo que Miguel Brieva nos acerca con sus reflexiones humorísticas. A veces, el humor tiene mayor capacidad para poner el dedo en la llaga que las sesudas reflexiones de los que se dicen especialistas en tal o cual materia, muchas veces mediatizados por intereses inconfesables.

El ilustrador gráfico sevillano sigue en su cruzada por ayudar a sembrar ese espíritu de hacer mejor las cosas para que nuestra civilización supere los males que siempre la han ahogado en la miseria y que cada vez más la acercan al desastre. Un canto al tiempo más lento, a reducir el consumo, al respeto por los semejantes y los diferentes y en contra de las obsesiones que tanto agobian al ser humano y le convierten en una máquina consumista y generadora de desperdicios. Un canto lleno de ironía y sarcasmo que no deja títere con cabeza (siempre que se lo merezca, claro), en viñetas que fueron publicadas en las páginas del suplemento Tierra de El País y en la revista alternativa Diagonal, y que se recopilan en el segundo volumen de estas crónicas de nuestro mundo. Unas imágenes que tienen el sabor de las añejas ilustraciones de los buenos modales, de los libros de texto de épocas pasadas o de la publicidad de unos tiempos en los que se pensaba que la tecnología nos llevaba a un mundo mejor para todos.
Brieva es autor de otros libros, Bienvenido al mundo. Enciclopedia universal Clismón (Reservoir Books, 2007), Dinero (Reservoir Books, 2008), que reúne los fanzines editados con ese título, El otro mundo (Reservoir Books, 2009) y el cuento infantil ilustrado por él Al final, escrito por Silvia Nanclares (KóKinos, 2010).
Y en cada uno de ellos va dando un pasito más en consonancia con lo que aboga en sus historietas. En este nuevo libro, el papel en el que se imprime es de procedencia reciclada de papel usado y tiene licencia Creative Commons, con lo que, además, aboga por un uso libre y gratuito de la distribución de la cultura para todos.
Javier Herrero

Ludwig van Beethoven

Ludwig van Beethoven, dibujo realizado por Javier Herrero
Ludwig Van Beethoven
The Symphonies
Riccardo Chailly / Gewandhausorchester 5 cds (Decca, 2011)

Puede convertirse en uno de los acontecimientos musicales de la década. Grabaciones de la serie de sinfonías del maestro alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827) hay innumerables y casi todos los grandes directores han puesto su sello en ellas. Sin embargo, el milanés Riccardo Chailly, director principal de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, ha presentado una versión, más que revolucionaria, sí esclarecedora. Estudiando el trabajo original del compositor ha recuperado los tempos originales marcados por Beethoven. El resultado es una nueva visión menos apasionada pero increiblemente intensa y preciosista.
Durante más de 200 años, el enfoque dado a las sinfonías del alemán ha estado marcado por los tiempos que en su momento indicó Mendelssohn, marcadamente clásico, muy vivo y con mucho énfasis. En su momento, Schumann apostaba por una interpretación más grave y solemne, algo con lo que coincidió Arturo Toscanini en el pasado siglo, una excepción a la regla.
Hoy, Chailly recupera esa manera de interpretar con un excepcional álbum que contiene las nueve sinfonías y se completa con las oberturas de Prometeo, Leonora, Fidelio, Egmont, Namensfeier y la del Rey Esteban. Una maravillosa oportunidad para disfrutar de nuevo con esas obras inmortales que a veces pensamos que siempre serán iguales pero que tiene muchos matices que cada director sabe arrancar de ellas.
Javier Herrero

martes, 7 de febrero de 2012

Árboles


Bhajju Shyam, Ram Singh Urveti y Durga Bay
La vida nocturna de los árboles (Faktoría K de Libros, 2010)

No tengo ninguna duda de que, de entre todos los libros editados a lo largo de 2011 en nuestro país, este libro está en las listas de los mejor editados, además de entre los más hermosos. Se trata de la traducción al español del libro editado por Tara Books en India en 2008 y que obtuvo en su momento el Premio Nuevos Horizontes en la Feria del libro infantil y juvenil de Bolonia.
Lo cierto es que es una delicia abrir su portada y encontrarse con un universo ilustrado por tres grandes artistas de la tribu Gond, de la India central, Bhajju Shyam, Durga Bai y Ram Singh Urveti, que nos regalan verdaderas obras de arte sobre los árboles como centro de la vida para los habiantes y como cobijo de los espíritus cuando la noche les permite aparecer.
Una exquisitez creativa que, además tiene una particularidad muy poco habitual: se trata de un libro impreso en papel negro con tintas naturales y ecológicas y con procedimientos totalmente artesanales. En serio. Es un libro impreso a mano, como ya no se hacen los libros, al que si tengo que ponerle una pega es que no tenga un compañero que permita separar las láminas ilustradas sin romperlas para poder mostrarlas en las paredes como lo que son: obras de arte.
Puede verse un vídeo acerca del proceso artesanal de elaboración de este libro en
Tara: The handmade book process
Javier Herrero


lunes, 6 de febrero de 2012

Las mejores intenciones

Ingmar Bergman, dibujo realizado por Javier Herrero

Bille August
Las mejores intenciones (1991) Cameo

Lo tengo que confesar: soy un romántico irredento.
Y esta película es puro amor, puro romanticismo que va más allá de los sinsabores de la vida, amor que se convierte en algo sublime cuando está tan bien contado y tan bien interpretado. Llevaba tiempo preguntándome por qué no existía en nuestro país la edición en dvd de esta maravillosa serie (y película) que dirigió el danés Bille August sobre un guión del sueco universal Ingmar Bergman. Por fin, con la cuidada edición en doble dvd de Cameo, puedo sumergirme de nuevo en esta brillante historia que tan bien escribió Bergman y que de manera tan exquisita dirigió August en 1991.
Aunque fue estrenada en salas de cine en versión reducida, el origen es una serie para la televisión de cinco capítulos que merece la pena ver entera, porque no le sobra nada, ni un suspiro de los protagonistas, ni una mirada, ni una caricia, ni un dolor, ni un sueño.
El origen de la historia es real, aunque el autor sueco la transformó de manera sutil y harto emocionante. Se trata de la vida de sus propios padres cuando, siendo jóvenes, se conocieron y se gustaron, se enamoraron y decidieron que tenían que vivir juntos, que casarse, que sentirse uno.
Anna Åkerblom (interpretada por una Pernilla August en estado de gracia) es la joven hija de una familia acomodada de Upsala (Suecia) que, en 1909 conoce a un joven estudiante de teología, Henrik Bergman (soberbio Samuel Fröller), de origen muy hu­milde y que ve en su vocación religiosa un modo de salvar su paupérrima vida. Desde el principio, la madre de Anna se opone a la unión, pero las circunstancias la obligarán a ceder y, a regañadientes y temiendo una catástrofe, da su permiso para que se casen cuando Henrik sea ordenado pastor.
Desde entonces, iniciarán una vida de austeridad en un lejano pueblo del norte que mostrará la renuncia de la mujer ante las ambiciones espirituales del marido, algo que, finalmente acabará estallando. La cinta acaba cuando Anna está encinta de su segundo hijo, que resultará ser el propio Ingmar Bergman.
El pausado tempo de la filmación, la es­cueta y brillante música de Stefan Nilsson, la fotografía deslumbrante (de Jörgen Persson, dirigida por Esa-Pekka Salonen), las interpretaciones de protagonistas y de los impresionantes secundarios, entre ellos, Max von Sydow y Ghita Nørby, interpretando a los padres de Anna... Todo convierte a esta serie en una verdadera obra maestra que, además de contar una hermosa y terrible historia de amor, no deja de lado los graves problemas que la sociedad sueca vivía en aquellos lejanos tiempos de hace un siglo, una grave crisis económica que desembocó en furibundas huelgas que dejaron al país en una situación cercana a la quiebra.
Con todo merecimiento, la cinta fue galardonada con la Palma de Oro y el Pemio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes de 1992.
Existe una edición literaria escrita previamente por Bergman, publicada en la editorial Tusquets.
Javier Herrero