viernes, 14 de noviembre de 2014

La compra profesional de la moda



David Shaw y Dimitri Koumbis
La compra profesional de la moda
Manuales de diseño de moda (Gustavo Gili, 2014)

Para todo hay y existe una profesión, y ser comprador de moda no es la excepción, como lo muestran David Shaw y Dimitri Koumbis en este libro, La compra profesional de moda.
Considerada una de las más glamurosas ocupaciones, a menudo se lleva a cabo de forma errónea la tarea de comprar las prendas que al usuario le gustaría vestir. El objetivo principal para que dicha compra sea efectiva y esté a la última es conocer en profundidad las tendencias, colores, estilos y marcas que puedan resultar atractivas para el público consumidor.
Trabajar con proveedores, con los equipos de diseño y de marketing y prestar atención a los servicios de predicciones de tendencias, son algunas de las áreas imprescindibles para mantener el contacto continuo con el comprador. En este libro vemos todo lo que implica ser un comprador de moda transformado en la práctica en el nexo de unión existente entre el diseñador de moda y el minorista-vendedor, y uno de los retos que siempre exiten en este enlace es saber desarrollar una gama de temporada que dé resultado, tanto comercial como de tendencias, en el mercado local y en el internacional.
La selección de tejidos, la planificación del stock o el plan inicial de compras de temporada son tratados en este manual de la moda para llegar a los objetivos deseados. Y lo hace presentando algunos casos prácticos, como el de Kristen Lucio, emprendedora de comercio electrónico, que ha sido capaz de desempeñar multitud de tareas con la gestión de sus sitios web dedicados a la moda masculina y la femenina. O el de una muy conocida marca, H&M (Hennes & Mauritz), considerada como el segundo minorista del mundo en función de su éxito comercial.


Con ayuda de ilustraciones, entrevistas con profesionales de reconocido prestigio y colaboraciones de otros como Matthew Jeatt Liam O’Farrell, La compra profesional de moda ofrece un panorama claro y directo sobre uno de los sectores profesionales más decisivos para el sostenimiento de la industria de la moda.
David Shaw se ha dedicado a la moda para los principales minoristas del Reino Unido durante veinte años. Pionero de los primeros cursos de moda impartidos en Gran Bretaña, en la actualidad trabaja como docente, formador de consultores y escritor.
Dimitri Koumbis trabajó durante quince años como visual merchansider (marketing en el punto de venta) y diseñador para multitud de minoristas de moda. En la actualidad es profesor de marketing de moda en el Art Institute de Nueva York.
En resumen, se puede lograr ser un gran comprador profesional de moda sin que ello implique que la gente se convierta en fashion victims (víctimas de la moda).
LOCH

jueves, 13 de noviembre de 2014

Moda sostenible



Alison Gwilt
Moda Sostenible
Manuaes de diseño de moda (Gustavo Gili, 2014)

Se puede ayudar a nuestro medio ambiente de muchas maneras y, entre ellas, también la moda puede contribuir a ello al desmontar y reciclar prendas antes de desecharlas definitivamente, favoreciendo así al sostenimiento responsable nuestro planeta.
El libro Moda sostenible es una guía práctica para muchos diseñadores que no encuentran como lograr este objetivo de responsabilidad ecológica, con propuestas de un modelo inspirador y muy práctico para consultar durante el trabajo en el taller.
Preparar una colección de moda pasa por muchas tareas y tomas de decisiones que pueden beneficiarse de los consejos que aporta este útil manual, que, aemás, incluye algunas entrevistas como la de Susan Dimasi, diseñadora y fundadora de la marca Materialbyproduct, se caracteriza por sus técnicas de marcado, corte y unión de las telas. O a la diseñadora alemana Isabell de Hillerin, fundadora de su propia empresa de moda en Berlin, que trabaja con artesanos y lleva a su creatividad técnicas de textiles y de bordados tradicionales. Diferentes diseñadores más nos cuentan cómo se puede trabajar de forma sostenible, evitando dañar al medio ambiente.
Alison Gwilt incluye en su libro ejercicios prácticos como la comparación de dos prendas respecto a las consecuencias medio-ambientales y sociales que puedan tener cada una de ellas, o sobre el diseño de prendas modulares o sobre cómo diseñar con empatía hacia nuestro entorno.
Técnicas de residuo cero, trabajo con formas geometrías, posibilidades creativas de cortes de patrones, diseño según la necesidad y muchas cosas más se pueden encontrar en Moda sostenible, que se sirve de la ayuda gráfica de numerosas fotografías y diagramas para ayudarnos a comprender la estructura de la moda sostenible de una manera más rápida.


Alison Gwilt, la autora, es licenciada en Moda Textil en el Central Saint Martins College of Arts de Londres. Además, es investigadora y profesora de moda especializada en sostenibilidad y profesora de estas materias en el Art and Desing Research Centre de la Sheffield Hallam University del Reino Unido.
El diseñador, al crear una prenda sostenible, no solo hace que una persona se vea bien, sino que también se sienta bien por estar contribuyendo al cuidado del medio ambiente a través de la moda.

jueves, 23 de octubre de 2014

Vatanescu y la liebre

Tuomas Kyrö


Tuomas Kyrö
Vatanescu y la liebre
Alfaguara, 2014

Estoooo.... Érase una vez... No, no. O sí. Una vez... Y otra, Y otra más. Y muchas más, sin que nos demos cuenta realmente de que sucede a nuestro alrededor. ¿Qué les parecería que les contasen un cuento al revés? Un cuento en el que los protagonistas son los que suelen poner color en los escenarios de los que habitualmente protagonizan las historias. Esas con personajes (felices o no, eso no importa demasiado) que disfrutan de los generosos beneficios de nuestras sociedades civilizadas y modernas. Lo normal en esos cuentos es encontrarse con príncipees y princesas, con gentes de éxito en la vida, con policías eficaces y militares victoriosos. Pero en esos cuentos hay otros personajes con los que los protagonistas se cruzan: los marginados, los menesterosos, los perdedores, que sirven para poner en evidencia y resaltar los valores de aquellos, la generosidad, la valentía, la tenacidad, la caridad...
Sin embargo, quienes protagonizan este cuento son, precisamente, esos desfavorecidos de las historias (y de la historia). Quienes hablan en Vatanescu y la liebre son los pobres, los vagabundos, los pedigüeños... esos seres con los que, en nuestros particulares cuentos diarios, nos cruzamos tantas vecees, ignorándoles la mayoría de ellas, como si ese obstáculo que se presenta ante nosotros no fuera más que eso, un incómodo obstáculo. Son esos seres a los que solo miramos si es absolutamente necesario y que si, ocasionalmente, nos inspiran algo es piedad, pena o caridad y, la mayor parte de las veces, desconfianza, recelo e, incluso, miedo. Son esos inmigrantes que mendigan por las calles, aprisionados entre sus inmediatas necesidades y las que, prometiéndoles subsanarlas, les engañan y les manipulan, les explotan y les esclavizan.
El protagonista de esta fábula es un mendigo rumano explotado por las mafias rusas y obligado a ejercer esta extraña profesión en un terreno tan inóspito para él como Helsinki, en Finlandia. Vatanescu, que así se llama el individuo, nos cuenta cómo y cuáles son sus experiencias cotidianas y qué idea le ha llevado a meterse en tan siniestra aventura: comprarle unas botas de fútbol con clavos a su hijo. Es un joven con gran iniciativa y su voluntad le lleva a vivir una aventura tan inesperada como divertida de leer, sin que el ácido humor que en ella se destila reduzca ni un ápice el drama humano que se vislumbra fácilmente entre líneas.
Tuomas Kyrö crea una especia de parábola sobre la dignidad humana con una escritura ágil, divertida al narrarnos la historia de Vatanescu y de una liebre que se encuentra en su camino que le cambiará su suerte definitivamente. Lo que no impide que, de paso, haga una certera e implacable crítica de la sociedad acomodada de la Europa avanzada, del mundo rico, consumista aderezado de ecológico, responsable, civilizado, demócrata... pero mecanizado, frío, indiferente, abúlico y, en resumen, un peón (privilegiado) de un gran tablero de ajedrez en el que son otras manos las que dirigen el juego.
Leyendo esta estupenda novela llegada del frío norte no puede evitarse sonreir por la clara, quizás ingenua, manera de comportarse y de discurrir de Vatanescu. Incluso provoca la risa a veces. Pero, dado el drama de trasfondo que se esconde en el texto, de ninguna manera puedo reir “hasta dolerme la mandíbula” como reza una de esas recomendaciones de la contraportada de algún experto de alguna revista de algún país (como tantas veces) que sirven para promocionar el libro. Un libro muy recomendable que dicen que hace un homenaje a un clásico finlandés, El año de la liebre (1975, en Anagrama) del autor finlandés Arto Paasilinna (y que yo, lamentablemente, no he leído... Habrá que poner remedio a eso).
Javier Herrero 

miércoles, 15 de octubre de 2014

El devorador de calabazas

Penelope Mortimer

Penelope Mortimer
El devorador de calabazas
Impedimenta, 2014

Descarnada e implacable, aunque revestida de comedia costumbrista, algo oscura y dramática, El devorador de calabazas es una obra absolutamente deslumbrante sobre la relación de una mujeres en su (sus) matrimonio(s) y de cómo afronta su (sus) maternidad(es). Concretamente, esta mujer es la señora Armitage, para quien el sentido de su vida está ordenado en función de sus hijos, de su educación y de tener uno detrás de otro, pues, tras pasar por cuatro matrimonios, su única finalidad es seguir teniendo más y más hijos.
El libro, fabuloso en su narración, comienza con una sesión de la mujer con un psicólogo, al que ha acudido para tratar de poner freno a su irrefrenable ansiedad de seguir siendo madre. Es la misma señora Armitage la que narra todo el relato en primera persona, lo que aporta una mirada muy subjetiva y sugerente, casi como si estuviéramos leyendo su diario más íntimo y personal. De hecho, todas las situaciones suceden en presencia de la narradora y no hay nada, salvo sus pensamientos, ansiedades y deseos, que no pertenezca al ámbito de la experiencia directa de la mujer.
El devorador de calabazas fue escrita en 1962 por la escritora galesa Penelope Mortimer (1818-1999), y tiene mucho de sus vivencias personales. Fue hija de un clérigo descreído que abusó de ella durante toda su infancia. A los 19 años se casó por primera vez y tuvo dos hijos de ese matrimonio y otros dos fuera de él, de dos hombres diferentes. Durante uno de esos embarazos, conoció al escritor y abogado John Mortimer (1923-2009), un reconocido mujeriego, con quien tuvo dos hijos más. Cuando ya era madre de seis hijos de cuatro hombres diferentes, trató de suicidarse aunque fracasó y, posteriormente, se sometió a terapia freudiana psicoanalítica y, en vista de su inutilidad, a tratamiento electroconvulsivo, hasta que, tras abortar una vez más y quedarse por octava vez embarazada, fue esterilizada por recomendación de su médico. En suma, una vida realmente dramática, que rayó el delirio, aunque no le restó energía suficiente como para crear una obra literaria, breve y muy inspirada en sus propias vivencias, además de escribir guiones cinematográficos y numerosos artículos periodísticos.

Cartel de la película basada
en El devorador de calabazas
Esta novela se nutre precisamente de muchos de sus avatares vitales, de sus frutraciones, sus desengaños y sus relaciones con los hombres, con sus hijos, e, incluso, con las amantes de sus maridos. El título, El devorador de calabazas, parece proceder de un breve texto en forma de canción infantil que Penelope Mortimer escribe al inicio del libro:
Pedro Comecabezas / tenía una mujer / que no podía retener /En una calabaza la metió / y allí muy bien la conservó
Casi sobran las palabras... Pero que nadie se espere de este libro un dramón como la copa de un mino, de esos de cortarse las venas. Entre todo este argumento hay mucho humor, mucha ironía, un modo de ver la vida de manera melodramática, pero muy ameno, como si lo que narra la protagonista en primera persona no tuviera más remedio que vivirlo y asumirlo como natural (pese al sufrimiento que padece por ello) y sacándole todo el jugo posible a su destartalada vida. Es, en suma, un nuevo regalo literario de origen británico que nos regala de manera realmente glamurosa la editorial Impedimenta, con sus magníficas ediciones y buenas traducciones, en este caso realizada por Magdalena Palmer. De este texto existe una versión cinematográfica, filmada solo dos años después de ser escrito por Jack Clayton, con adaptación de Harold Pinter, e interpretado, nada menos que por Anne Bancroft y Peter Finch.
Por cierto, el próximo domingo se cumplen 15 años del fallecimiento de Penelope Mortimer y comenzar este libro puede ser un buen homenaje a esta mujer castigada y valiente.
Puedes ver el trailer de la película basada en este libro pinchando aquí.
Javier Herrero

martes, 14 de octubre de 2014

Eraserhead



David Lynch
Eraserhead (Cabeza borradora)
Estados Unidos, 1976
MK2 / Avalón

Cabeza borradora o, en su título original, Eraserhead es una de las pocas películas de cine experimental que ha traspasado las barreras del propio experimento visual para llegar a las pantallas comerciales y convertirse en una de esas cintas que cualquier aficionado al cine tiene entre sus recursos habituales, logrando hacerse con el siempre extraño título de película de culto.
Quizás sea debido a que puede considerarse como un compendio de todas las neurosis, fantasías e imaginario visual del que tiempo después se convertiría, esto sí, en director de culto, David Lynch. Autor de maravillas del cine como Terciopelo azul (Blue Velvet, 1896) y Una historia verdadera (The straight story, 1999), además de la que quizás sea la serie de televisión más famosa y mediática de la historia, Twin Peaks (1990), Lynch se estrenó en el largometraje con esta extraña pesadilla titulada Eraserhead en 1976. Una historia delirante y obsesiva que parece extraída de la imaginación alterada de una mente enferma en caída libre en el interior de una pesadilla.
Filmada en un espléndido blanco y negro con intensos contrastes y fuertes claroscuros, los personajes hablan, se mueven y se relacionan entre ellos con palabras casi inconexas y actitudes narcotizadas, creando un efecto de estados alterados, más propios de una alucinación que de una película, lo que, por otro lado, es el gran aliciente de la película. También lo es de manera espectacular, la estética, rompedora, impactante, una plástica que juega con lo sórdido de un mundo infecto y que parece haber perdido las esperanzas de salir a espacios más luminosos. El personaje protagonista, Henry Spencer (John Nance) parece proceder de una banda musical de las que, en los tiempos en que Lynch rodaba rodando esta película, estaban revolucionando el mundo del pop.


Eraserhead es un gran experimento que permitió a Lynch presentarse y presentar muchos de los recursos que después formarían parte de lo que podemos denomnar Universo Lynch, en señas de identidad de su cine: luces que se funden inesperada y misteriosamente; oquedades y agujeros a los que se acerca la cámara, pero que nunca nos descubre qué contienen; zumbidos constantes; escenarios teatrales, oscuros y siniestros... Y, sobre todo, ese paso constante de una realidad a otra, de un mundo a otro que puede parecer real, que se nos oculta bajo la herrumbre de la cotidianidad y que quizás sería mejor no descubrir (como plasó de manera magistral en Blue Velvet y en Twin Peaks).
Toda una experiencia la de dejarse llevar y entrar en el extraño mundo iniciático de uno de los directores más peculiares del cine, de esos que tienen su firma plasmada en cada producción. Además, esta edición en dvd está supervisada por el propio director y que incluye algunos de sus cortometrajes, cuatro de ellos anteriores a la realización de Eraserhead.
Puedes ver el trailer de Eraserhead pinchando aquí.
Javier Herrero